Junior H reúne a cientos de jóvenes para limpiar casas y apoyar a damnificados en Poza Rica, Veracruz

El reconocido exponente de corridos tumbados Junior H, enfrenta días que oscilan entre la controversia judicial y la solidaridad social. Mientras su nombre resuena en los pasillos de la Fiscalía de Jalisco por presunta apología del delito, simultáneamente moviliza a cientos de jóvenes en Veracruz para rescatar comunidades devastadas por las inundaciones. Esta dualidad ha colocado al cantante en el ojo del huracán mediático, generando opiniones divididas sobre su figura pública y sus acciones recientes.

La historia comenzó el pasado 28 de octubre durante las Fiestas de Octubre en Zapopan, cuando Antonio Herrera Pérez decidió interpretar el polémico tema que colaboró con Peso Pluma. La canción contiene referencias explícitas a figuras del crimen organizado, lo que provocó la apertura inmediata de una carpeta de investigación. El 11 de noviembre, el artista acudió a las instalaciones de la Vicefiscalía en Investigación Especializada en Concertación Social para rendir su declaración, enfrentando una posible sanción de hasta seis meses de prisión según el Artículo 142 del Código Penal de Jalisco. La multa administrativa de 33 mil pesos ya fue impuesta por el municipio de Zapopan, y el gobernador Pablo Lemus ha sido enfático: el cantante no podrá presentarse nuevamente en el estado.

Junior H reúne a cientos de jóvenes para limpiar casas y apoyar a damnificados en Poza Rica, Veracruz

¿Cómo Junior H pasó del escenario a las brigadas de limpieza?

Lejos del escrutinio judicial, el intérprete impulsó desde el 13 de noviembre una iniciativa que ha llamado la atención por su impacto humanitario. Las denominadas “Brigadas Sad Boys” reúnen a voluntarios, clubes Rotaract, organizaciones locales y fanáticos del cantante para atender la emergencia en Poza Rica, una de las zonas más afectadas por las recientes inundaciones que dejaron decenas de fallecidos en Veracruz. Los equipos han logrado limpiar más de 30 viviendas en el fraccionamiento La Floresta, removiendo toneladas de lodo y escombros que las corrientes dejaron a su paso. La labor incluye distribución de ayuda, retiro de residuos y restablecimiento de condiciones básicas para que las familias puedan regresar a sus hogares.

¿Por qué esta iniciativa ha generado tanto revuelo?

La movilización demuestra el poder de convocatoria del artista más allá de los conciertos. Jóvenes armados con palas, carretillas y guantes han transformado la admiración musical en acción comunitaria tangible. Los voluntarios coordinan esfuerzos con Rotaract San Rafael, Rotaract Poza Rica, Rotary Poza Rica y empresas privadas locales, estableciendo puntos de acopio y rutas logísticas para maximizar el alcance de las brigadas. “Cuando alguien que admiras te impulsa a ayudar, el cambio se siente más cercano”, expresaron varios participantes que dedicaron días completos a la reconstrucción. La convocatoria permanece abierta mientras persistan las necesidades en las zonas afectadas.

Entre denuncias penales y labores altruistas, el cantante mantiene una postura desafiante que divide opiniones. Sus abogados trabajan en la defensa legal mientras él continúa promoviendo las brigadas en redes sociales y anunciando nuevo material musical. El caso ha reavivado el debate nacional sobre los límites de la expresión artística versus la responsabilidad social de las figuras públicas. Mientras las autoridades de Jalisco avanzan en la investigación que podría derivar en judicialización, las familias de Veracruz agradecen el apoyo que ha llegado a través de la iniciativa impulsada por el artista. La contradicción entre ambas realidades expone la complejidad de un personaje que puede ser simultáneamente señalado por la justicia y reconocido como promotor de ayuda humanitaria.